La obsesión con el “cuerpo ideal”

¿Para comenzar este artículo me gustaría que puedas hacerte algunas preguntas orientadoras para saber si tú necesitas profundizar en él, has notado en algún momento que haces dietas de moda sin asesoría profesional? ¿Culpas a la comida de tu peso? ¿te privas de aquellos alimentos que consideras enemigos para mantener el cuerpo ideal?  ¿Aún consideras que una buena nutrición solo se logra comiendo frutas y verduras? ¿realizas ejercicio durante muchas horas diariamente con el fin de quemar todas las calorías posibles? realizas dietas express antes de un gran evento o del verano? Si te sientes identificado con algunas de estas conductas este blog  está escrito especialmente para ti.

Empecemos por decir que el culto al cuerpo es una actitud  reforzada por la modernidad, caracterizada por una creciente preocupación por la apariencia física  como un sinónimo de “éxito,  atractivo y salud, donde  los hombres exhiben un interés cada vez más creciente por la musculación  en su cuerpo y las  mujeres hacen esfuerzos sobrehumanos por alcanzar cuerpos cada vez más delgados y definidos, da cuenta de ello una  serie de encuestas realizadas entre los lectores de Psychology Today donde se infirió  que el nivel de insatisfacción corporal en 1973 era de un 25% para las mujeres y de un 15% para los varones, mientras que en 1997 esas cifras habían ascendido al 56 y 43%, respectivamente.

En otras palabras un número cada vez más amplio de hombres y mujeres de diversas edades en diferentes lugares en el mundo le otorgan un valor preponderante a la apariencia física muy por encima de otros valores personales que los llevan a un sentimiento constante de frustración e insatisfacción y que en ocasiones los arrastra a una incapacidad para querer, respetar y aceptar su cuerpo, especialmente porque se marcan objetivos poco realistas sobre su imagen corporal facilitando con ello  la adquisición trastornos de la conducta alimentaria como la  anorexia, bulimia, ortorexia, o la realización de  prácticas físicas excesivas como la vigorexia de las que comentaremos ampliamente en otros de nuestros contenidos, por ahora solo diremos que son patologías con tendencias obsesivo – compulsivas muy peligrosas algunas incluso llevan a las personas a la muerte. 

Entonces nuestros queridos lectores en este punto ustedes se preguntaran que hacer para salir del círculo vicioso impuesto por la cultura, si bien es cierto cuidar de nuestro aspecto físico es importante para  nuestra vida puesto que suma a nuestro bienestar la idea es realizar prácticas mesuradas y alcanzables de manera consciente y progresiva, por tanto, si hoy no estas conforme con tu aspecto físico es importante empezar a hacer cambios a partir de un plan de transformación que se arraigue en el amor propio.

Es decir, amar tu cuerpo en el proceso, no luchar contra él, cómo te suena para empezar adquirir unos hábitos de alimentación sana, balanceada y sabrosa, si sabrosa para ti, que se ajuste a tu estilo de vida, pensando en ella en el programa SanArte hemos creado un plan denominado Entrenamiento 1: imaginar, cocinar, amar para que aprendas a comer de manera exquisita, fácil, balanceada y sobre todo nutritiva que te ayude de manera especial en este propósito. 

Otro paso fundamental en el camino a amar tu cuerpo mientras lo transformas es adaptar una rutina de actividad física que sea amena y divertida para ti que se adapte a tu edad y que puedas realizar durante todo el año, recordando siempre que mantenernos activos es una muestra del amor personal que nos profesamos, pero buscando el disfrute en cambio de la tortura de horas interminables y agotadoras.

Y para finalizar el aspecto más importante es sanar los pensamientos en relación con tu imagen personal donde se tenga una visión realista pero amorosa de tu cuerpo entendiendo que el es capaz de alcanzar y mantener una figura agradable respetando sus formas únicas y maravillosas fuera de un canon de belleza establecido por la modernidad que realmente es casi imposible de alcanzar si un plan de amor personal.

Autor: Alexandra Correa

Psicoterapeuta con experiencia de más de quince años en terapia cognitivo conductual.