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Encontrarme a través del perdón

Al inicio de mi separación experimentaba tristeza, desconcierto, vulnerabilidad, impotencia, afán de justicia, pero la furia era lo más notable. Era la primera vez que odiaba a alguien y era a la misma persona por la que sentía tanto amor. Era tan perturbador que sentía dolor en el pecho y la cabeza cada vez que recordaba los aparentes motivos de nuestra ruptura.

En mi vida no ha habido nada tan liberador como el perdón, pero quiero aclararte que en mi caso inicié concediéndomelo a mí misma y luego a él.

Perdonar es recordar sin que haya dolor. Lo logramos cuando cambiamos la pregunta: ¿Por qué nos sucedió esto? a ¿Para qué nos sucedió? En el divorcio, al igual que en cualquier situación difícil de la vida, tenemos dos alternativas de afrontamiento: nos hundimos en las arenas movedizas del dolor y la ira, o construimos herramientas que además de sacarnos de allí, nos ayuden a conseguir la vida que queremos.

Decía Buda que «empeñarse en la ira es como aferrarse a un carbón ardiente para arrojárselo a otro: quien se quema eres tú», pero si te sucede al igual que a mí y a cientos de personas que he tratado, cuando logras perdonarte todo va a ser más fácil en tu vida. 

El perdón es como un pasaporte que adquieres para ir donde quieras, te abre puertas, te quita carga y te llena de ganas para vivir nuevas aventuras. Así que, cuando empezamos a perdonar a otros, no lo hacemos por ellos, ni porque queramos reanudar la relación, ni porque se lo merezcan, ni porque vayan a cambiar o a ser mejores personas. Básicamente perdonamos por un acto de amor y cuidado a nosotros mismos.

Sé que esta tarea requiere de un gran esfuerzo inicial, pero confía, lo lograrás. En Artmoniosa hemos diseñado un programa que acelerará tu proceso de perdón hacia ti misma y hacia tu expareja y este es el mejor regalo que puedes hacerte para un nuevo comienzo. Cuando le preguntaron a Nelson Mandela cómo pudo perdonar respondió: “cuando atravesé la puerta me di cuenta de que si continuaba odiando seguiría en la cárcel”.

Autor: Yolanda Posada

Psicotraumatóloga, especialista en una de las terapias más efectivas del mundo llamada EMDR.

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